Patrones de Arquitectura de Software: cómo elegir una estructura escalable

Elegir una estructura escalable corresponde a una implementación que esté preparada para soportar diferentes cambios y que a su vez, logre adquirir mejoras de una forma flexible y óptima. Por esta razón resulta crucial contar con una arquitectura de software para garantizar que las aplicaciones puedan crecer y adaptarse a las demandas cambiantes.

Existen diferentes patrones de arquitectura de software y consideraciones para elegir una estructura escalable. Las arquitecturas de software ofrecen diversas estructuras para el diseño de sistemas, cada una con sus propios enfoques y ventajas. La Arquitectura basada en eventos (EDA) se centra en eventos como acciones de usuarios o mensajes de sistemas para guiar el flujo del sistema, mientras que la Arquitectura en capas organiza el sistema en capas con funciones específicas.
El Monolito integra todos los componentes en una única base de código, a diferencia de las arquitecturas distribuidas como los microservicios, que dividen la aplicación en servicios independientes. El Modelo-Vista-Controlador (MVC) separa la aplicación en Modelo, Vista y Controlador, y la Arquitectura Maestro-Esclavo implica un nodo central que controla y administra nodos subordinados para la distribución de tareas. Cada enfoque tiene características claves que deben considerarse al elegir la estructura adecuada para una aplicación.

La base de la definición de realizar proyectos de tecnologías de información es la arquitectura. Esto permite definir una estructura de los componentes tecnológicos, ya sean hardware, software, comunicaciones, seguridad, entre otros. Además define el flujo de la información, la Integración de los sistemas, se asocia a estándares y normativas, y por último es el que define la capacidad de reacción de los sistemas, su alta disponibilidad (o resiliencia), su continuidad operativa a través de los respaldos de datos por nombrar alguno.

La arquitectura es independiente de las herramientas o tecnologías a utilizar, como blockchain o contenedores (hardware, bases de datos, comunicaciones, seguridad). En conclusión la arquitectura permite definir cómo crecen o se adaptan las aplicaciones según la demanda de uso.